"no demora la verdad en llegar hacia los oidos o los ojos de quienes no supieron ver o escuchar al sincero"



“Es que no lo puedo creer, eso pasa, y no lo voy a creer hasta que lo vea o sienta”,-decía mas de una vez en su interior, era algo insuperable y su mente rodaba por miles de lugares, sentía que iba a explotar cuando, una vez mas la noche se esclareció, y los minutos pasaban y ya todo parecía olvidado, y nadie le creía cuando hablaba de eso y de ella, hasta que se sentó un día y contó todo de un saque a su único, digamos confidente, y otra vez “es imposible y lo sabes”, “no, yo te voy a demostrar que no, la semana que viene va a ser una gran semana”, y se callo, se volvió a meter en su mundo de calles con frió y sol y gatos ronroneando, tenia que prepararse y preparar todo, el cuarto, la casa, la familia, su cabeza tenia que estar lista para todo porque por fin iba a suceder, ¿Cómo iba a darse cuenta que era el momento?¿como iba a reconocer ese invitado tan esperado que tantas cosas había despertado? No era precisamente amor, era un sentimiento raro, fraternal, de cobijo, pero el sabia que era un arma de doble filo enserio, que no se le podía ir nunca de las manos porque las consecuencias eran imposibles de calcular,debía medir sus palabras, actos y sentimientos, estando a una constante expectativa.
Por las noches seguía imaginando el momento, sus rostros, el saludo,todo era una película que se proyectaba.
Se levanto mas temprano que nunca, se baño,afeito y pensó como vestirse, un jean blanco con un remera negra y un chaleco blanco también, el parque parecía otro, mas verde con los pájaros chapoteando en la fuente, cruzo toda la plaza y llego al punto de encuentro, miro el reloj, ye tenia que ser la hora, se sentó y espero mirando a los demás a su alrededor, gente en su mundo, como perdidos, descuidados y con un raro aspecto, su nombre sonó por los parlantes, se paro súbitamente y fue hasta la puerta allí estaba, como nunca había imaginado, con ropas radiantes, casi de su estatura y de contextura mas pequeña, se saludaron con un abrazo y un beso y por fin ya no solo la vista sino que el oído percibían los estímulos del visitante, claro que jamás la película fue como imaginaba, charlaron largo rato en la plaza al lado de la fuente, la conexión era fortísima y todo lo dicho en el pasado parecía cumplirse, caminaron un rato mas y llegaron a su morada, las paredes y cortinas blancas dejaban entrar los rayos de sol que iluminaban excelente la habitación, ahí mismo, en la silla estaba el, su amigo, con cara de preocupación, “¿Dónde te metiste? Acá nadie te da una respuesta coherente”, dijo prendiendo el cigarrillo, completamente tranquilo el dueño dijo “bueno, llego el momento, te presento ella es la persona de la que tanto te hable, ¿ves que no es historia?”-la cara de Damián con el cigarrillo se quedo helada, pensando que decir y hacer; “Vos me estas jodiendo, ¿no te das cuenta que no hay nadie?,no me digas que te hiciste el boludo y otra vez vomitaste todo, ya mismo llamo a secretaria, “para, enserio, no la vez, sos un tarado, tiene la remera con estampado rosa y esos jeans apretados, además ¿no percibís la fragancia que lleva puesta?.
……………………..parecía no haber razón alguna, había sido tan rápido todo, en unas semanas apareció y ya no se pudo hacer nada, fue algo horrible, ver como esa persona radiante llena de vida, proyectos, dueña de una capacidad tremenda, se perdía en un mar de sueños e incoherencias que parecían un chiste al principio, una de las bromas que hacia en su casa con su hermana o sus padres, pero después nada fue gracioso, se fue, se alejo completamente de toda realidad y ahora esa habitación y aquel parque que daba a la sala de visitas eran su mundo, blanco mundo, sin problemas o cosas que provocaran daño a su cuerpo, su interior ya estaba partido en millones de partículas que se conectaban en sueños rotos de amor con nubes grises sin rostro,cuerpo o voz, imágenes que congeniaban perfectas con su estado, que según el eran perfectas, inteligentes, capaces pero con problemas que el tenia que ayudar a solucionar, que nadie entendía.
Su mente le hizo un “pick and roll” a su conciencia y la dejo pagando las cuentas de tantas horas de pensar y pensar.
“Sabes es mejor que me vaya así los dejo solos se conocen, charlan por todo lo que no charlaron y mañana vengo, ¿dale?”, -se despidió, la visita ya había terminado y ya casi oscurecía, se acercaba la hora de la comida y el tenia una hora de viaje, lo dejo sentado en la cama, hablando solo,con aquella señorita que lo había “enloquecido” paradójicamente, saludo a la enfermera, salio, respiro profundo, se acomodo la campera y fue a esperar el colectivo.

“Pequeñas historias de una vida normal” parte 3
Pablo Ezequiel Lavandeira